De Exorcismos, LSD y Besos



En el nombre de Dios te ordeno que dejes en paz el alma de este inocente... Dime tu nombre... Dime tu nombre, ahora mismo...

Y aún así no me siento pecador, aunque la conciencia me diga lo contrario...

Porque los besos, no son motivo de ir al infierno...

Al menos, no los tuyos, no los míos... Aquellos con sabor a chocolate blanco y oreos... Que se derriten antes de llegar a la boca...

Visión a colores, en el medio de la noche, donde la oscuridad solo nos deja ver reflejos rojos, amarillos y verdes... Y las hormonas hirviendo...

LSD, y el viaje comienza, al cerrar los ojos... Justo cuando la piel y el instinto animal son quienes toman el control de las acciones...

Así como un demonio a punto de ser exorcisado, que no puede dejar el cuerpo de a quien posee, igual tu olor, y caricias, no pueden dejar mi espalda que clama tu nombre...

De besos que se enjuagan en la ducha, que calientan el agua, la misma que limpia los pecados, que no daría Judas por estar en mi lugar?

Sal de este cuerpo espíritu maligno...

O te marearás con tantos colores...

De besos con sabor a LSD...

Comentarios

Sandum ha dicho que…
Que fuerte lo del LSD... Me encanto este post :)
Carlos ha dicho que…
La imagen de los besos sabor a oreo fusionado con chocolate blanco recrea a dos gorditos besándose de la forma más grotesca posible (y con cosas asomando en la comisura de sus labios). Por otro lado, no soy de poemas así que hoy no dibujo.

Pd: desde aquí no pude acceder a mi cuenta en blogger.
Unknown ha dicho que…
muy dulce...muy amargo...

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