De besos y otras adicciones...

Hola! Buenas noches, mi nombre es Fernando Hernández, y confieso soy adicto a los besos... Todo comenzó hace aproximadamente 10 años cuando apenas era un muchacho de 16 años, y es que antes de eso, uno ya ha tenido uno más que otro beso, pero son relativamente insignificantes, y es que los besos reales, esos que te hacen ver estrellas fugaces surcando el cielo, o fuegos artificiales de colores, son aquellos que contienen en su interior una pizca de amor... (o enamoramiento según sea el caso), y es que antes de esa edad, no creo que alguien tenga la madurez necesaria, como para tan siquiera saber lo que es ese sentimiento. Mi primer beso? por supuesto que lo recuerdo, tenía ya algún tiempo saliendo con una de esas personas que llegan a tu vida para quedarse, ojos marrones y profundos, cabello negro, y esa capacidad de aún con solo estar cerca, sentir mariposas volando desde el estómago hasta la boca, luego de una tertulia como era usual, y como si del mismo magnetismo terrestre se tratara, lentamente nos fuimos acercando, amenizado por una atmósfera envuelta tan solo por el latido rápido de dos corazones, las hormonas estallando por todos lados, los labios acercándose hasta hacer contacto, hasta sentir que de una manera u otra los cuerpos se fusionan, convirtiéndose en uno... Un beso que comienza lento y va evolucionando, hasta devorar a tu amante... Beso que se multiplica de manera desmedida hasta volverse cientos, que se dispersan, migran al cuello, a las piernas, al ombligo...  (cof cof) Buenas noches mi nombre es Fernando Hernández, y tengo un problema con los besos... En especial con aquellos que son adictivos... Los tuyos...